¿Cuándo discrepar es de sabios?

¿Cuándo discrepar es de sabios?

discrepar es de sabiosNunca antes se había dicho que «discrepar era de sabios» y en cambio es lo que realizamos día a día. ¡Y menos mal que lo hacemos! Ya que es en ese momento donde se pueden obtener los mejores resultados, una mejor perspectiva y, como se suele decir, siempre cuatro ojos ven más que dos.

En muchas ocasiones cuando presentamos una propuesta de trabajo, o cuando simplemente estamos conversando con unos amigos, buscamos continuamente la aprobación de nuestros argumentos. Y es en ese momento cuando se puede escuchar a alguien decir la temida frase «yo no estoy de acuerdo», alegando una serie de explicaciones que seguramente nosotros no habíamos obtenido previamente. Pero, ¿acaso es incorrecto discrepar? En realidad, se trata de una de las mejores formas de obtener los mayores beneficios ya que siempre podrás recibir un punto de vista diferente al que tenías anteriormente.

En primer lugar hay que tener un concepto claro: respeto. Siempre hay que saber en qué modo se va a plantear nuestra duda sin herir los sentimientos de la otra persona. Además, tenemos que tener en mente que nuestra intención es principalmente poder obtener unos mejores resultados, por lo que aportando nuestra perspectiva o teniendo en cuenta la del otro, siempre se puede conseguir una mezcla perfecta. Por eso, es muy importante que nuestra pregunta no sea excesivamente directa y que la otra persona no se sienta atacada verbalmente por nosotros.

No asienta si no está de acuerdo: no queremos quedar bien, queremos obtener un beneficio. Por ello, hay que continuar por una regla básica pero realmente difícil en muchas ocasiones: decir que no estamos de acuerdo. A esto tenemos que añadirle que siempre es importante el contexto de cada situación y saber encajar nuestra argumentación al tema que estamos tratando. Por ello, no tenemos que discrepar por discrepar, ya que dependiendo del contexto hay situaciones que pueden ser factibles y otras que no. Antes de hacerlo, piensa en qué puedes contribuir con lo que quieres comentar.

Finalmente, y antes de mostrar nuestro desacuerdo, tenemos que tener claro qué podemos aportar. Datos, cifras nuevas, una opinión diferente pero actual…, hay un sinfín de argumentos que pueden ayudarnos, pero siempre hay que tener alguno. Recuerda: siempre se tiene que contribuir de forma constructiva.

Vía:Forbes.es

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