¿Cuál es la fórmula infalible para el liderazgo innovador?

¿Cuál es la fórmula infalible para el liderazgo innovador?

De acuerdo a un reciente estudio de PITEC (Panel de Innovación Tecnológica) para una empresa media y representativa (no olvidemos que en nuestro país estas empresas son precisamente las pymes…), aumentar en un punto su gasto en innovación permite que sus ventas anuales se incrementen en un 3,7%. Sin embargo, estamos en el puesto 17 entre los 27 países analizados por el Innovation Union Scoreboard. Es más, siguiendo las estadísticas del INE, en nuestro país menos del 20% de las empresas pueden considerarse innovadoras. ¿Por qué?

La innovación no es fruto directo de la financiación sino el resultado de la energía creadora de las personas. Utilizaré una sencilla metáfora, la innovación es el resultado de la combustión de tres elementos: organización, personas y pasión. Si estos se gestionan con efi¬ciencia el resultado será una potente energía creadora (nuevos produc¬tos, mercados, etc.), pero si no se gestionan bien, el resultado será una simple incineración.

En otras palabras, nuestro tejido empresarial debe acudir a nuevas herramientas de gestión que conciban la innovación como el resultado de una fuerza movilizadora (transformadora e inspiradora) que debe gestionarse con eficiencia a través de tres dimensiones: el ecosistema creativo, el potencial innovador y la pasión, motor biológico que nos impulsa a actuar.

El ecosistema recoge los elementos del entorno que condicionan nuestro comportamiento: cultura, clima y estilo de liderazgo. Un entorno que levante barreras frente al comportamiento innovador inhibirá el esfuerzo de todos aquellos que tengan el talento y las ha¬bilidades para hacerlo. En estas organizaciones la chispa creativa se apagará. Eso lleva a que las empresas deban prepararse para identificar y eliminar los frenos a los que se enfrenta el proceso y, por supuesto, para poner en marcha los mecanismos necesarios para su aceleración.

En segundo lugar, el potencial innovador refleja la capacidad y límites creadores. La literatura y las herramientas tradicionales se han enfocado casi siempre en la creatividad pero, ¿es eso suficiente? No lo es. Sí nos sentimos pesimistas, si no tenemos autoestima o si sentimos que no gobernamos nuestra vida, no intentaremos innovar. Por ello, el potencial innovador es ese concepto que permite hacer una verdadera gestión de la capacidad creadora y ¿por qué no? extenderla más allá de sus propios límites.

Para terminar, encontramos la pasión, fuerza que está condicionada por la energía que nos lleva a actuar (la motivación) y la que nos frena en el intento (el miedo). Un buen líder y/o emprendedor, deberá ser capaz de manejarla muy bien, porque será la clave de su éxito (o su fracaso…).

Por ello, la gestión eficiente del talento innovador, y con ella del capital intelectual y la energía creativa, se ha convertido en uno de los principales motores de crecimiento económico. En este escenario, los gestores de recursos humanos adquieren un rol central, dado que se han convertido en una pieza clave para aquellas empresas que apuesten por el liderazgo. Aquellos que apuesten por este camino extenderán los límites de sus organizaciones y escribirán el futuro de los mercados. ¿Eres ya uno de ellos?

Vía:observatoriorh.com

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