Seguro que muchas veces te has preguntado qué hacen ciertas personas para conseguir lo que se proponen y si tú serías capaz de conseguir lo mismo. Ya sea cambiar de carrera, montar tu propio negocio o darle un giro a tu vida, hay personas que lo logran (con trabajo y esfuerzo, por supuesto) y personas que se pasan media vida pensándolo o poniendo excusas.
La diferencia radica en una sola cosa: actitud. Por supuesto hay muchas otras cosas necesarias o hasta imprescindibles, las cosas prácticas; pero esas, en general, las puedes aprender, contratar o comprar. La actitud no, y dentro de la actitud hay dos cosas que todas las personas que hemos puesto algo en marcha hemos tenido en cuenta. Son dos pasos clave que, sin embargo, no mucha gente lleva a cabo:
1. Decisión
2. Acción
Parece una tontería, pero nada más lejos de la realidad. En primer lugar tienes que saber lo que quieres y tomar la decisión de ir a por ello, y eso da lugar al segundo paso, hacer todo lo que sea necesario para conseguirlo, como si tu vida dependiera de ello. Ahí es donde se suele fallar.
Obviamente no es tan fácil como parece, lo fácil, lo cómodo es crearse mil y una excusas, que si la crisis, que si soy muy mayor o muy joven, que si no tengo dinero o tiempo o de todo. Ya he comentado en varias ocasiones que este tipo de excusas son un disfraz del miedo. Pero para un momento, imagínate que no tuvieras miedo, que supieras que las cosas te iban a salir bien… ¿Qué harías?
De verdad, piénsalo, si estuvieras segura de eso, ¿qué objetivo te propondrías? ¿Qué acciones tomarías? La cuestión es que hay oportunidades e ideas por todas partes, pero no las ves porque estás centrada en tus miedos y barreras internas, pero si por un momento estas desaparecieran, piensa, ¿qué oportunidades tendrías ahora mismo delante de ti?
Probablemente te ha pasado alguna vez, estas estancada e indecisa durante un tiempo y en cuanto te decides a hacer algo empiezan a surgir oportunidades y empiezas a tener cada vez más claro por donde ir. Porque muchas veces lo que da miedo es el cómo, ¿verdad? Y cómo llego yo allí, y cómo lo consigo. Lo interesante es que el “cómo” aparece una vez te has comprometido y has tomado la decisión. No falla. Además, no siempre es lo que esperas, ni de la forma en que lo esperas; por eso es importante tener la mente abierta y no obsesionarse con una determinada forma de hacer las cosas. Por experiencia te lo digo, como dice el refrán: “Cuando el alumno está listo, el maestro aparece.”
Luego viene la parte de hacer lo que tengas que hacer como si la vida te fuera en ello. Siquieres conseguir tus objetivos tienes que trabajar, así es la cosa y hacer lo que sea necesario, superando miedos y barreras. ¿Es fácil? No siempre, pero lo más dificil es dar el primer paso, una vez has empezado ya no cuesta tanto. Es fundamental también ser flexible y cambiar los comportamientos y actitudes que sean necesarios. Eso es también lo que falla en muchos casos, cuando te has propuesto algo y no avanzas, no ves resultados. Entonces es hora de pararte a pensar qué estás haciendo o no haciendo.
Es hora de cambiar cosas porque ya sabes que es de locos esperar un resultado distinto haciendo siempre lo mismo (como dijo Einstein). Hay que cambiar e implementar, tomar acción, estar dispuesta a hacer cosas que no has hecho antes, a seguir adelante a pesar de tus miedos o si no, ¿cómo pretendes ver resultados?
Y si eres de las que piensa “eso ya lo sé, no dices nada nuevo” (que es cierto, poco nuevo se puede decir hoy en día), sólo una cosa, si de verdad lo supieras tendrías resultados. Así que si te estás preguntando por qué no consigues lo que te propones ya sabes lo que tienes que hacer: toma la decisión de conseguir tu objetivo, haz lo que haga falta y adaptate a las circunstancias. Sin excusas.
Byaidabaidamundonegocios
Sobre el autor