Según el estudio Global Workforce Study 2014, realizado por una empresa líder que presta servicios profesionales a escala global, en España el primer factor clave de atracción -por qué me incorporo a otra empresa- y el primer factor de retención -por qué me quedo en mi empresa- es tener una retribución fija competitiva. Pero el detalle de estas preferencias adquiere matices relevantes según se analiza el colectivo generacional, que demuestra diferentes prioridades a la hora de pensar en aceptar una hipotética oferta de empleo. Conviene conocer estas preferencias a la hora de elaborar nuestra propuesta de compensación total como una oferta de valor capaz de mantener con nosotros a los profesionales más válidos y de atraer a otros con proyección de futuro.
¿Cuáles son estas diferencias? ¿Son mejores unas y peores otras? En absoluto; son las que son y con ellas tenemos que trabajar para lograr el mix perfecto de talento y compensación que haga crecer nuestro negocio:
POR DEBAJO DE LOS 30: Como al resto de las generaciones, barajan un posible cambio de empresa si reciben una oferta de salario fijo más atractivo. Sin embargo, lo que les diferencia respecto a otras generaciones es que la compensación ha dejado de ser el principal motivo de retención, en detrimento de un mayor equilibrio de la vida laboral y familiar, unas cargas de trabajo que entiendan como «racionales» y seguridad en tener un empleo.
ENTRE LOS 30 Y LOS 40: De las cuatro generaciones que actualmente conviven en las organizaciones es la única que valora como uno de los tres principales factores de atracción las oportunidades de aprendizaje en aquello que le interesa y motive; buscan oportunidades de desarrollo horizontal, trabajar en proyectos transversales o mejorar sus capacidades profesionales.
ENTRE LOS 40 Y LOS 50: Si decidiera incorporarse a otra empresa buscaría en primer lugar un salario fijo competitivo, en segundo lugar seguridad en el empleo y en tercero, oportunidades de crecer profesionalmente.
MAYORES DE 50: Buscan una imagen de compañía como buen empleador que les garantice una empresa que se preocupa por la salud y el bienestar del empleado y les proporcione sistemas de previsión social adecuados a su situación y su realidad que les complemente una jubilación decente, máxime cuando se sabe que hoy España está a la cola de Europa en condiciones de jubilación.
Vía:observatoriorh.com
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