¿Podría una persona introvertida puede un buen relaciones públicas? ¿O alguien que no es metódico y muy flexible a la hora de planificar su trabajo sería un buen abogado? Conocer tus habilidades te ayudará a saber en qué puesto encajas.
Conocer tu potencial y tus competencias resulta fundamental no sólo para que elijas tu carrera profesional, sino también para reorientar tu trayectoria laboral o adquirir nuevas responsabilidades dentro de tu compañía. Debes realizar un autoanálisis y estudiar lo que demanda el mercado en aquellas posiciones a las que quieres optar. Este proceso se debe centrar en tres áreas: conocimientos, competencias e intereses.
Conocimientos técnicos, capacidad de aprendizaje y facilidad para adaptarse al cambio son algunas de las habilidades que se exigen en cualquier puesto. Así que los profesionales y las empresas deben valorar estas capacidades básicas junto con las competencias naturales para dar con el puesto adecuado de cada uno:
Marketing. Personas creativas y con grandes capacidades emocionales para llegar al público. Son flexibles para adaptarse o anticiparse a los cambios y trabajar en equipo. Tienen grandes dotes de liderazgo y una gran capacidad de aprendizaje para conocer nuevas técnicas y así aplicarlas a sus proyectos.
Área financiera. Ser muy analítico es fundamental, ya que los profesionales que mejor encajan en estas posiciones deben contar con una gran capacidad de planificación y organización. También deben ser personas discretas, pues manejan información de la compañía muy relevante. Además, deben gestionar y controlar las peticiones presupuestales de los responsables del resto de departamentos, por lo que tienen que contar con grandes dotes de negociación y de comunicación.
Recursos humanos. Indicado para personas sociables, elocuentes, diplomáticas y con interés por los demás. Este profesional debe disponer de una visión muy clara del negocio, además de tener, como el responsable financiero, una perspectiva global de la compañía. Al mismo tiempo, la capacidad de liderazgo para gestionar todos los cambios necesarios es crucial. Servirá para que la empresa y sus empleados crezcan de forma equilibrada y satisfactoria.
Comercial. Este perfil depende mucho de la empresa y del producto que vende. Dotes de entusiasmo, de persuasión, de negociación y que toleren la frustración, teniendo muy claros los objetivos que hay que conseguir. Suelen ser buenos estrategas, algo que les permite conocer bien a su público y les dicta cómo llegar a él. También deben saber trabajar en equipo, ya que su trabajo afecta directamente al resto de departamentos.
Puestos técnicos. Aquí los perfiles también dependen del sector y de la empresa. Pero, en general, del mismo modo que se requieren personas expertas en un tema, también es necesario que cuenten con un punto de creatividad para proponer nuevos modelos de los productos o servicios de la empresa.
Y tú, ¿dónde encajas mejor?
vía: emprendedores&empleo.com
La conciliación entre vida profesional y personal es necesaria para todos los trabajadores, ya que les ayuda a desarrollarse en ambas partes de su vida de la misma manera, compartiendo su día a día con diferentes personas y realizando actividades variadas. Estos son algunos de los beneficios que reporta la conciliación:
Conciliar aumenta la productividad. Sentirse quemado en el trabajo hace que nuestro cerebro permaneza en el más absoluto letargo. Por ello, los que aprenden a dejar el estrés de lado y logran equilibrar su vida profesional con la personal son un 21% más productivos.
Reduce la rotación de personal y los costes de reclutamiento. Más del 25% de los empleados que no recibían ningún apoyo para conciliar por parte de la empresa estaban sopesando la idea de dejar su puesto de trabajo dentro de los dos próximos años.
Aumenta el compromiso de los empleados. Si proporcionas a tu equipo un equilibrio justo entre el trabajo y su vida personal ya es un buen punto de partida para atraer y fidelizar este tipo de talento.
Reduce los costes médicos y el absentismo. Aproximadamente un tercio de los trabajadores reportan altos niveles de estrés. Además de ser un factor que puede reducir la productividad y aumentar la rotación de los empleados, el estrés es una preocupación muy costosa para los propietarios de negocios.
Mejora la percepción de la empresa y la marca como empleador. Si tu negocio es conocido por apoyar un equilibrio trabajo-vida puedes estar seguro de que vas a crear una percepción más positiva de tu marca como empleador y, en general, una mejor percepción de su negocio, lo que redunda en una mayor capacidad en atraer y reclutar a los mejores talentos en el futuro.
vía: equiposytalento.com
En nuestro día a día, si queremos avanzar es necesario identificar los posibles problemas que se nos presentan, para así ponerles solución. Según esto, enumeramos algunos de los límites más comunes a la hora de que los trabajadores puedan desarrollar plenamente sus habilidades y competencias:
Jefes que no lideran: Cuando los jefes dejan de lado su labor de guía, más preocupados por otras cuestiones como la obtención de resultados a corto plazo o la gestión del detalle, serán un obstáculo en el desarrollo de su gente.
Falta de objetivos: El establecimiento de metas definidas permite que nuestros esfuerzos se focalicen y sacar el máximo partido de nuestras competencias y habilidades.
Poco autoconocimiento: para desarrollarnos, hay que conocer nuestras propias fortalezas, áreas de mejora, preferencias, etc. Sin sistemas de evaluación de objetivos es muy difícil ayudar a las personas a descubrir su potencial, ya que quedan a merced de tener un buen jefe que sepa identificar esos factores y que les proporcione una retroalimentación constructiva.
Trabajar en proyectos inadecuados: Es muy importante desarrollar la labor profesional en el proyecto o la faceta que mejor se adecúa a nuestro perfil, competencias y conocimientos. Si la empresa no ha identificado previamente muy bien las competencias necesarias para el desempeño de ese puesto, nos arriesgamos a quedar atrapados por un trabajo que no nos permite sacar lo mejor de nosotros mismos.
Falta de comunicación: Es necesario saber cómo estamos avanzando en nuestro trabajo, qué se está haciendo bien y qué aspectos necesitan ser reconducidos, así como encauzar hacia el camino correcto todos los esfuerzos.
Desconfianza: Un clima laboral enrarecido, en el que perdemos la confianza hacia el jefe o hacia los compañeros, puede hacer que acabemos perdiendo también la confianza en nosotros mismos. No es un entorno propicio para el crecimiento.
No adaptarse a los cambios: Las empresas en la actualidad se encuentran en un continuo proceso de transformación y los profesionales trabajan en un entorno de incertidumbre que es necesario saber gestionar. Ser poco flexibles y no estar dispuestos a amoldarnos a las nuevas exigencias harán que nos quedemos atrás.
Poca autocrítica: Los profesionales deben ser más conscientes de sus acciones y del impacto que tienen en sus organizaciones. El error es necesario para evolucionar, y todavía lo es más saber reponerse de las equivocaciones y aprender de ellas.
Falta de compromiso con nuestro propio desarrollo: Nosotros mismos podemos convertirnos en un obstáculo insuperable para nuestro desarrollo profesional porque a menos que tomemos las riendas de nuestra carrera no lograremos llegar muy lejos. La empresa puede y debe ayudarnos y proporcionar medios para favorecer esa evolución, pero en ningún caso se le puede trasladar la responsabilidad de hacer crecer nuestro talento.
vía: ORH.com
Cuando se busca empleo, no hay que olvidarse de cómo influye la forma en la que «nos vendemos». Las nuevas herramientas virtuales ofrecen más posibilidades de auto-promoción, aunque los profesionales deben tener cuidado de no caer en algunas equivocaciones que pueden jugar en su contra.
La construcción de una marca personal se ha convertido en un elemento clave en la búsqueda de empleo y el crecimiento profesional. Saber realzar las virtudes, cualidades y capacidades ofrece al profesional mayores garantías de éxito.
Se pueden diferenciar 5 claves para asegurarse de ser la primera opción de un reclutador en un proceso de selección.
1. Eres el producto. Es necesaria la auto-promoción a medida que uno avanza en su carrera profesional. Como sucede con cualquier producto, si no se pone la debida atención en su comercialización, la gente no conocerá sus beneficios y cualidades. Antes de solicitar un empleo, las personas deben hacer una investigación y conocer su nicho y quién es su público objetivo.
2. Colocarse en el mercado. Cómo lograr llegar al objetivo. Ello implica el perfeccionamiento del producto, así como la estrategia de promoción -cómo conseguir la atención de los reclutadores-.
3. ¿Cuál es tu Propuesta Única de Venta? Es necesario asegurarse de que se tienen todas las habilidades necesarias y entender cuál es la Propuesta Única de Venta. Para ello, no solo está la auto-evaluación y mejora de habilidades, sino también perfeccionar y revisar los perfiles en redes sociales y currículum vitae. Es importante personalizar el CV de acuerdo al trabajo que se solicita.
4. ¿En qué lugares planea uno promocionarse? Hay que pensar en la ubicación privilegiada para el producto que se vende. También puede uno promocionar sus habilidades y experiencia en múltiples plataformas, incluyendo bases de datos de agencias de contratación, bolsas de trabajo, redes sociales profesionales y, de manera personal, por ejemplo, en eventos de networking.
5. ¿Cómo promocionarse? Este es el elemento más importante para construir una marca personal efectiva. Es necesario trabajar el mensaje y ponerlo luego en acción a través de los diversos canales que se encuentran disponibles, lugares ideales para promocionar tu persona, poniendo especial atención en cómo optimizar estas plataformas de promoción. Será clave que el mensaje se ajuste lo máximo posible a la realidad, para evitar uno de los errores más habituales a los que se enfrentan habitualmente los reclutadores: la exageración de la experiencia.
Con el fin de conseguir el trabajo soñado, hay que ser estratégico y proactivo en la búsqueda de empleo. Para ello, es imprescindible el desarrollo de una marca personal. Saber “venderse” y mostrar las cualidades que hacen único a un candidato frente a los competidores será la clave del éxito.
vía: RRHHpress.com
¿Por qué hay personas motivadas a cambiar de empleo, y sin embargo, otras que se frenan ante un posible cambio? Estas son las motivaciones y frenos más frecuentes en el ámbito laboral:
Las motivaciones que impulsan un proceso de búsqueda de empleo son:
Reconocimiento de la empresa contratante y tipología del proyecto. Formar parte de una compañía referente es una motivación para muchos candidatos. Además, si el proyecto supone una oportunidad para crecer profesionalmente, más segura es la aceptación de la oferta.
Beneficios sociales y conciliación. Los candidatos valoran cada vez más las ventajas sociales y la posibilidad de conciliar la vida laboral y familiar.
Remuneración. El hecho de que el sueldo se corresponda con las funciones que se vayan a desempeñar y con la responsabilidad que se vaya a tener, es un factor fundamental que tienen en cuenta todos los candidatos.
Ambiente de trabajo. Un buen ambiente laboral es también uno de los factores más valorados. Las empresas lo saben, y muchas empiezan a destacar esta característica en la descripción de sus ofertas.
Autoestima profesional. Contar nuevamente con posibilidades de desarrollo profesional y crecimiento son aspectos psicológicos clave en las motivaciones de búsqueda.
Por el contrario, los frenos a la hora aceptar una oferta de empleo son:
Miedo a salir de la zona de confort. Volver a empezar de cero es un riesgo que no todo el mundo está dispuesto a afrontar.
Desconocimiento de la salud empresarial de la compañía. Por mucha información que tengan de la empresa contratante, a los candidatos pueden surgirles dudas sobre la estabilidad de la nueva compañía, lo que puede hacerles recapacitar sobre la posibilidad de cambiar de empleo.
Remuneración. No llegar a un acuerdo con la empresa contratante o la no revisión del sueldo en el período estimado son las causas principales que hacen que los candidatos prefieran continuar en su actual posición.
Tamaño de la empresa y posibilidades de desarrollo. En muchas ocasiones, los candidatos no quieren dejar su puesto por otro en una compañía más pequeña, ya que piensan que las opciones de crecimiento serán menores que en una empresa mayor.
Distancia entre el domicilio y el trabajo. El tiempo y coste en llegar a la oficina son elementos que pueden determinar la aceptación o rechazo de un puesto, sobre todo en puestos de salarios más bajos.
Independientemente de los motivos que llevan a un candidato a buscar un nuevo empleo, el proceso de búsqueda requiere de tiempo y esfuerzo. Cuando este proceso dura más tiempo del esperado o el candidato no encuentra ninguna oferta que se ajuste a sus habilidades, la motivación inicial suele decaer.
vía: RRHHpress.com
Estar reunido, ocupado o tener la agenda repleta no es nada grave. Trabajar no es sólo una cuestión de producir, también significa gestionar tus tiempos y, sobre todo, ser capaz de atender más pronto que tarde los imprevistos que cambian el ritmo de tu jornada. Si las excusas empiezan a ser una costumbre, arriesgas tu carrera. No resulta creíble que siempre estés reunido, ocupado y que nunca dispongas de diez minutos para responder a una llamada telefónica o, menos aún, dos minutos para contestar un email. Aquí ciertas pautas sobre cómo salir airoso de las cinco excusas más habituales:
La clave en este caso es saber decir ‘no’: Hay que intentar ser muy selectivo y, sobre todo, no escudarse en ello para renunciar a oportunidades que dejamos pasar porque estamos ensimismados en nuestra actividad habitual. Ahora que los proyectos transversales son más que habituales en las empresas, si nunca participas en ninguno te arriesgas a que te cuelguen el sambenito y, sin proponértelo, cierres la puerta a algo nuevo, que puede ilusionarte y te ayudará a ascender. Siempre es bueno fomentar un networking interno.
Dependiendo del cargo que ocupes, estar reunido es una excusa más que suficiente para no atender cualquier asunto. Pero si alguien quiere hablar contigo, y más de tres veces consecutivas recibe la misma respuesta, claramente pondrás en entredicho tu eficiencia como gestor. Las reuniones eficaces no se prolongan más allá de 20 minutos.
Si tienes un cargo de responsabilidad o cierta popularidad en determinado sector, en breve empezarás a ver como los pocos huecos que tienes -comida, gimnasio…- se irán llenando de asuntos laborales. Habrás caído sin más remedio en el «egocentrismo inconsciente»: Quien se pone al servicio de otros, ya sea desde una perspectiva profesional o personal, tiene que ser capaz de intentar encontrar espacio para los demás.
Si en un día observas que más de tres veces dices, ‘ahora no puede ser’, es un síntoma de que quizá no va a poder ser nunca. Para solucionarlo, se puede colocar en algún sitio visible una señal de prohibido que active la alerta ante esta excusa. De esta manera te marcarás un objetivo concreto que te ayudará a gestionar lo que estás haciendo y marcarte ciertos límites para atender un asunto que, en la mayoría de los casos, puede ayudarte a ser más eficaz o darte las pistas para resolver algo de otra manera.
¿Cuánto tiempo tardas en leer un email? ¿Y en responderlo? Tanto si eres de los que se marca un momento del día para atender los correos electrónicos o de los que se responden sobre la marcha, los que te conocen saben que ‘envíame un correo’ no es una excusa, es un acelerador de la gestión. Pero si lo utilizas para quitarte de encima problemas y nunca contestas, no sólo perjudicas tu imagen, sino que quedas en la peor de las evidencias: tu rastro en la red. Aquel o aquellos que te requieren pueden mostrar, como el peor de los pecados, que han intentado ponerse en contacto contigo sin obtener respuesta.
vía: observatoriorh.com
El cerebro femenino cuenta con un 11% más de neuronas en las áreas de lenguaje y audición que el masculino, lo que facilita y agiliza el liderazgo empresarial. Pese a ello, las mujeres siguen encontrándose muchos obstáculos en su día a día profesional.
Hay un incremento de organizaciones que apuestan por el liderazgo femenino. Las aptitudes y capacidades más desarrolladas en las mujeres cobran cada vez más valor en la capacidad para liderar: la empatía, la cooperación, la gestión emocional o la escucha activa, entre otras.
La evolución de la mujer ejecutiva en el mundo empresarial es cada vez más evidente, al igual que es más frecuente encontrar puestos de alta responsabilidad ocupados por mujeres.
Las diferencias funcionales entre hombres y mujeres les otorgan características singulares para el procesamiento del lenguaje, el manejo de emociones y la resolución de conflictos.
Diferencias fisiológicas en el cerebro femenino, como la existencia de un 11% más de neuronas en las áreas de lenguaje y audición, dan a las mujeres una mayor agilidad verbal. La presencia de zonas más grandes asociadas con las emociones y la memoria en el hipocampo aportan también una mayor habilidad para expresar y compartir emociones y desarrollar empatía.
Estas características permiten a las mujeres conectar más profundamente con las personas, evitar conflictos e impulsar un estilo de liderazgo más comprensivo, empático y colaborativo que contribuye a generar menores niveles de estrés.
Así mismo, la gestión de la empatía y de las emociones positivas ayuda a elevar los niveles de consciencia y compasión en los equipos de trabajo. Estos atributos femeninos refuerzan necesidad de contar con mujeres en equipos de liderazgo en todos los niveles de la organización.
La principal preocupación es compaginar la vida laboral con la familiar, por lo que otro objetivo que comparten muchas de ellas es llegar a conseguir el equilibrio entre ambas facetas. Y aquí es donde el coaching y el mentoring cobran un valor único y una ayuda esencial para ellas.
El coaching les ayuda a tomar consciencia del momento en el que están, y el coach les acompaña con el objetivo de que consigan los objetivos profesionales establecidos, mejorar sus habilidades de liderazgo o saber gestionar el estrés, entre otros.
El mentoring, por su parte, les aporta los consejos y el asesoramiento de una persona experimentada (mentor) con el objetivo de incrementar eficazmente sus resultados y potenciar el desarrollo tanto personal como profesional.
vía: RRHHpress.com
Para especializarte en RR.HH., solo tienes que elegir uno de los cursos según el área de tu interés. Las próximas convocatorias son:
4 y 5 de Marzo: Píldora Formativa en Estrategia y Gestión en RR.HH.
10 horas para aprender todo sobre la gestión de los Recursos Humanos en una organización.
1 Abril: Módulo Superior en Compensanción y Benenficios
150 horas para tratar los tipos de retribución, fiscalidad, actualización de leyes, y últimas tendencias en las empresas.
1 Abril: Especialización en Formación y Desarrollo, de 80 horas
Planes y necesidades de formación de la empresa, bonificación de la formación, crecimiento de los trabajadores
en la organización, desarrollo de competencias…
13 Mayo: Especialización en Evaluación del Desempeño
Cómo implementar la evaluación y metodologías para su control y medición de resultados. 80 horas.
27 de Mayo: Especialización en Administración de RR.HH. 50 horas
Gestión administrativa de recursos humanos: legislación laboral, nóminas y salarios, prevención de riesgos laborales…
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Algunos reclutadores continúan cometiendo ciertos errores en los Procesos de Selección. Estos fallos pueden repercutir negativamente, tanto en la propia empresa y su reputación, como en los candidatos que participan en estos procesos. A continuación dejamos los 8 errores más comunes que se suelen cometer:
1. Ausencia de organización
La planificación es fundamental para el buen funcionamiento de los procesos de selección. La falta de planificación puede aumentar los gastos, la duración de los procesos de contratación y además puede hacer que se tomen decisiones de manera precipitada, juzgando mal al candidato.
Este error es el más señalado por los candidatos con respecto a los reclutadores. Hay que tener en cuenta que la experiencia del candidato puede tener un gran impacto en la imagen de marca de la empresa. Un candidato no satisfecho con el proceso de selección puede ser un riesgo para la reputación de la organización. Los candidatos merecen recibir un feedback, incluso aquellos que no son seleccionados.
Buscar un empleo es una tarea estresante. Recibir una carta de rechazo es con lo peor que un candidato puede encontrarse. Por esta razón, la organización tiene que justificarse en su decisión comentándole al candidato aquello que no encaja para así ayudarles a no cometer futuros errores. Los candidatos se toman la molestia de acudir a una entrevista, los reclutadores tienen que valorar eso y hacer lo propio por su parte.
Es cierto que algunas organizaciones pueden recibir muchas candidaturas para un mismo puesto deempleo. Por esto, es complicado contactar con todos ellos, sin embargo, la organización ha de encontrar un modo de hacerlo puesto que, en el caso contrario, los candidatos se sentirán rechazados y serán menos propensos a la hora de recomendar la organización en concreto para un futuro, puesto que no les escucharon.
La atracción del talento se podría asemejar a la tarea de marketing. Con el fin de obtener los mejores candidatos, los responsables de selección tienen que crear una buena imagen de marca que promueva una aspecto positivo de la organización, para que sea percibida como un buen lugar para trabajar. La clave para tener una imagen de marca positiva es el compromiso y la transparencia, así que las organizaciones han de ser conscientes y responsables a la hora de compartir mensajes.
La posibilidad de que la búsqueda de un candidato sea perfecto es escasa, así que estar “a la caza” de la persona perfecta es un esfuerzo inútil. Hay que desechar esa idea y tener en cuenta las potencialidades que un candidato en concreto podrá desarrollar en un futuro. Es bueno realizar los procesos de reclutamiento con mente abierta.
Muchas reclutadores, al mirar el cv del candidato deciden rápidamente desecharles por un nivel alto o bajo de cualificación. Los reclutadores tienen que pensar que, la experiencia y el conocimiento con el que cuentan, estos candidatos pueden ser de gran provecho. Por contraposición, también merecen ser tenidos en cuenta aquellos perfiles menos preparados puesto que suelen ser perfiles que tratan de impresionar en sus labores.
Al igual que las habilidades y capacidades son factores importantes a la hora de contratar, también es relevante el hecho de que su personalidad encaje con la cultura de la empresa y del resto del equipo del que va a formar parte. Una mala contratación puede generar un entorno de trabajo incómodo para el equipo y con ello una rápida rotación del personal.
vía:observatriorh.com
DIFERÉNCIATE: Los reclutadores apenas leen los tres primeros párrafos de tu vida laboral. Debes conocerte muy bien a ti mismo; saber lo que quieres y lo que la empresa necesita; dominar los cambios y nuevas tendencias del mercado laboral; y estar seguro de que las capacidades profesionales con las que cuentas son las adecuadas. Explica cómo te vas a anticipar a las demandas del mercado y cómo conseguirás los recursos necesarios para lograr esa anticipación.
HAZTE PRODUCTO. Debes considerarte como un producto al que hay que poner precio, nombre y envase. La visibilidad y la notoriedad acaban generando sensación de confianza, pero no sirve de nada decir que eres el mejor candidato para ocupar un puesto si no ofreces pruebas de que haces lo que prometes.
PERSPECTIVA. Una visión lineal de nuestra carrera y de nuestra vida hace que sea muy complicado tomar una decisión de cambio radical efectiva. Cuanto más abiertos seamos, mejores profesionales seremos. Un concepto lineal-vertical no te permite aprovechar demasiadas oportunidades.
DAR UN PASO ATRÁS. En ocasiones, lo más conveniente y sensato puede ser recurrir a la estrategia del paso atrás para desatascar nuestra carrera profesional. Lo que puede verse como un retroceso puede ofrecer en realidad la oportunidad de tomar un camino distinto que al final resulta determinante para nuestro destino.
TUS CONTACTOS. Sin un ‘networking’ sólido no podrás acceder a un empleo… Suena a amenaza virtual, pero es verdadera y tangible: necesitas contactos reales, eficaces y de calidad. Si quieres que ocurra algo diferente o encontrar nuevas oportunidades debes abrir tu campo de acción: establece relaciones con todo tipo de gente y en un amplio espectro de profesiones.
OFERTAS OCULTAS. Apenas un 20% de las ofertas de empleo está disponible y es visible para quien rastrea un empleo. Para reinventarte debes ser capaz de contrarrestar la influencia de estas ofertas ocultas y el hecho de que sólo tienen acceso a ellas grupos cerrados de candidatos, una especie de élite en la que figuran aquellos que están superrelacionados y que van rotando de empresa en empresa.
FLEXIBLE. Recuerda que siempre es buen momento para cambiar de trabajo si hay razones para hacerlo. Lo que marca la tendencia no es la necesidad de cambio, sino la percepción de las posibilidades de éxito. Si te decides por la aventura del cambio debes ser muy flexible.
TRABAJA DIFERENTE. En la decisión de abandonar tu trabajo o tu empresa debes incluir la posibilidad de adoptar nuevas fórmulas laborales, sin ceñirte únicamente a la empresa tradicional. También habrá que tener en cuenta nuevas fórmulas de trabajo flexible, ‘freelance’, economía bajo demanda y colaborativa que permitirá a los profesionales buscar nuevas oportunidades.
AÑO 2021. Si buscas una reinvención profesional radical, conocer ese futuro es una ventaja, porque de este modo desarrollas nuevos conocimientos y competencias encaminados a acercarte donde quieres llegar. Si esto lo trabajas de manera consciente, podrás conseguirlo en el futuro.
TUS REDES SOCIALES. Tu huella digital es ya crucial para una valoración completa de quién eres como profesional, y para verificar y contrastar la información proporcionada. El dominio de las redes habla de la calidad del trabajo que eres capaz de mostrar en los medios sociales, y si puedes usarlos como correa de transmisión de lo que haces.
vía: RRHHpress.com